La pesca es una de las actividades económicas que combina de manera más natural la creación de riqueza, la tradición histórica y la sostenibilidad. La flota pesquera se ha mostrado además como uno de los eslabones más sólidos de la cadena alimentaria de cercanía, fundamental en los peores meses de la pandemia.
Para que el sector pesquero pueda seguir generando ese valor económico, cultural y ambiental durante mucho años es necesario un relevo generacional. La flota necesita armadores,pescadores, patrones y técnicos que puedan dar continuidad a una tradición marinera que va mucho más allá del valor sentimental.
Por todo ello, la Cofradía de Pescadores de Santoña ha decidido crear la Feria de las Artes Fijas: un faro que mira tierra adentro para mostrar a los jóvenes el camino hacia la mar, que pone en valor la cultura pesquera y abre las puertas de un mundo desconocido para gran parte de la sociedad.
Durante dos semanas, Santoña acogerá actividades divulgativas y culturales en torno al arte de la pesca y de la tradición marinera. Actividades presenciales para públicos reducidos, pero en formatos innovadores y apoyados en soportes digitales para garantizar el estricto cumplimiento de las normas sanitarias que deban aplicarse en cada momento, sin que ello impida que sean accesibles a todo el que quiera ‘acercarse’ al mundo de la pesca.
El mar nos aniquila y nos consume,
agota nuestra fantasía y nuestra voluntad.
Su infinita monotonía,
sus infinitos cambios,
su soledad inmensa
nos arrastran a la contemplación.
(LAS INQUIETUDES DE SHANTI ANDÍA de Pío Baroja)